Ayer quizás estaba en una de esas paradisíacas villas de Casa de Campo, bajo el sol de estas playas caribeñas que tanto le gustan, o ejercitándose en un gimnasio exclusivísimo de la zona, degustando frutas frescas, tequila o vodka de primera.
Son sólo algunas de las exigencias y caprichos que han caracterizado al astro mexicano Luis Miguel, los cuales se deben cumplir sin miramientos. Por eso es una superestrella. Y a pesar de que el sol no se tapa con un dedo, el empresario artístico Saymon Díaz, promotor local del espectáculo que ofrecerá el artista esta noche en el estadio Olímpico Félix Sánchez, describe al “Sol de México” como una persona “sencilla” y que sus exigencias no llegan “ni al 10% de lo que siempre se rumora sobre él”.
2 comentarios:
esas mujeres se pondran locas hoy, que bien
NO todas
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