Tuvieron que esperar 46 horas, pero los Filis terminaron de liquidar ayer 4-3 a los Rays de Tampa Bay en un mini partido de tres episodios para consagrarse campeones de la Serie Mundial por segunda vez en su historia.
Filadelfia ganó 4-1 el Clásico de Otoño, imponiéndose en un quinto juego que tuvo que ser interrumpido la noche del lunes por una tormenta que se extendió hasta el martes y sólo pudo reanudarse 46 horas después.
Los Filis, que barrieron sus siete juegos en casa durante la postemporada, se coronaron por primera vez en 1980 y ahora por segunda en su historia de 126 años.
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