
Pero no piensen que fue con el bate, ni que le pegaron otro bolazo.
Miren lo que pasó:
Primer juego: Soriano da un palo que parece que se va por el left field.
Se para, hace gestos, perrea, pero vaya sorpresa...La bola no se fue.
Luego corrió y apenas llegó a primera.
Se interpretó como una burla a los botazos que le había dado Atlanta, y segundo error, por no correr, no pudo llegar ni siquiera a la segunda base.
Según relatan los diarios Chicago Sun Times y Chicago Tribune, Soriano le pidió perdón al dirigente Lou Piniella, a sus compañeros e hizo lo mismo con la gente de Atlanta.
Pero en su siguiente turno, le tiraron a la cabeza.
El día estuvo feo para Soriano.
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