Dice que se arrepiente y le pide perdón al béisbol.
Tan pronto Alex Rodríguez recibió una llamada de Sports Illustrated el pasado sábado para que comente sobre la información que lo vinculaba al uso de esteroides en 2003, el toletero tomó su avión privado en Miami y voló a las Bahamas para desde un lujoso hotel de allí, lejos del alcance de los medios, comenzar a asesorarse con fuentes de la industria beisbolera y fuera de ella.
Desde su ex agente, Scott Boras, hasta Guy Oseary, el mánager de la cantante Madonna (con quien supuestamente estuvo vinculado sentimentalmente), A-Rod sustituyó el gimnasio por una oficina, y las pesas, bates y guantes por su Blackberry.
En la tarde de ayer, el hombre habló. Con su voz temblorosa en ocasiones, Rodríguez enfrentó las alegaciones de que dio positivo a una prueba de esteroides hace seis años, y aceptó en entrevista con ESPN que sí utilizó drogas para mejorar el rendimiento mientras jugaba para los Vigilantes de Texas durante un período de tres años, comenzando en el 2001.
"Cuando llegué a Texas en 2001, sentí una enorme presión, necesitaba lucir bien y en gran forma todos los días", le dijo Rodríguez a Peter Gammons de ESPN, en entrevista desde Miami Beach, Florida. "En ese entonces, [el béisbol] era una cultura diferente. Era algo bien suelto, yo era joven, fui estúpido, fui ingenuo, trataba de probarle a todo el mundo que merecía ser uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos.